Lanzarse a hacer una terapia regresiva, transpersonal o de sanación puede despertarte dudas. Si necesitas leer otras experiencias que puedan ser cercanas a la tuya, tienes testimonios específicos en cada una de las terapias, y algunos generales en esta página.

Cuando estamos mal buscamos enloquecidos alguien que nos cure, y no nos damos cuenta que el poder reside en nosotros mismos.

 Nosotros somos los únicos capaces de curarnos, pero claro solos no sabemos y que mejor acompañamiento que la sabiduría de Laura.
Junto a ella hemos hecho un gran trabajo de sanación. Porqué cada cosa que pasa debe estar ahí por y para algo. Y no se trata de borrar los escenarios violentos para nosotros, se trata de ubicarlos de manera correcta. Y Laura te preparará para ello. Para ver cada cuestión desde el amor y no desde la rabia. Porque sólo se sana desde el amor. Gracias Laura. Gracias por ayudarme con este puzzle, gracias por ayudarme a ordenar mi alma desde adentro.

Ana Cristina Hidalgo

Un nuevo camino…

Hace años que buscaba la causa o el porqué de según qué comportamientos, tanto míos como de la gente. No podía comprender porqué me sentía invisible o tenía miedo a los hombres, porqué me enfadan los nudos o algunas fobias. Había hecho cursos, leído infinidad de libros y finalmente me llegó la terapia de vidas pasadas. Yo era muy incrédula pero se me ha abierto un nuevo camino. Doy las gracias a Laura, porque desde el primer momento me explicó en qué consistía la terapia de vidas pasadas y me transmitió tranquilidad y seguridad en todo momento. He experimentado cosas imposibles para mi razonamiento, tanto físicas como sentidas y entendí otras sin saberlo. Mi vida ha cambiado y cuando me encuentro en momentos repetitivos, ahora me río, porqué sé de donde vienen y puedo afrontarlos desde otra perspectiva. Recomiendo esta terapia tanto si la necesitas como si tienes curiosidad y ganas de mejorar como persona. Me llevo a Laura como amiga para siempre y sé que, aunque estoy lejos, volveremos a vernos.

Rosa Molina

La terapia regresiva es un súper poder.

Llegué a la primera sesión perdido. Pero cada sesión que tenía con Laura me ha permitido encontrarme a mí mismo poco a poco. Poder viajar a otras épocas, a otras vidas, es un súper poder que desconecía que tenía y he descubierto con Laura. Cada regresión es un paso adelante en mi crecimiento espiritual, que me ayuda a entenderme mejor y disfurtar de mi vida como nunca antes lo había hecho. Gracias Laura.

MARC DABAD

Recuerdo una terapia regresiva increíble,

una experiencia única que me conectó con mi verdadero yo mostrándome la única verdad de que soy energía y un ser de luz. Pude atravesar el cuerpo físico y sentir esa luz en su totalidad. Algo difícil de explicar, pero un viaje al interior que no olvidaré.

Helena

La voz y las palabras de Laura me guiaban y alentada por la confianza que me transmitía, me dejé llevar por la regresión.

“Ella es así, lo conseguirá siempre porque ese es su don: ayudar”; (pensé) y así fue. Su paciencia y compromiso con mi trabajo personal derribó todas las barreras que pudieran existir y logramos dar con el objetivo de las sesiones de una manera sumamente sencilla y fácil, cosa que he de admitir, me sorprendió gratamente. El acompañamiento de Laura siempre ha sido incondicional. Es por este motivo que estoy infinitamente agradecida de haber coincidido con ella en esta vida (seguramente, una vez más). Gracias por ver a las personas más allá de lo que otros normalmente ven. Y sobre todo, GRACIAS, por ayudarnos a cada uno de nosotros con esa forma tan íntima y personal de hacerlo. De corazón, gracias.

Dafne Mejías, Terapia Regresiva

Quería hacer terapia regresiva y me dio seguridad el hecho de que estuviera recomendada por el Instituto Español de Terapia Regresiva.

Laura es una persona que te transmite paz, ternura… ¡Para que una terapia funcione necesitas encontrar la terapia adecuada y que el terapeuta te sepa acompañar en todo el proceso, y no pude encontrar mejor camino!
¿Qué me aportó la terapia regresiva? Desde que era niña, para mí la vida no tenía sentido y estaba instalada en una profunda tristeza (sin haber pasado nada significativo que me hiciera pensar que podía venir de allí). Gracias a la terapia regresiva pude entender cuál era el origen y gracias a ello, darle la vuelta y vivir con alegría y con esperanza.
Pude entender también por qué sentía odio, rencor y desconfianza hacia una persona en concreto (sin haber pasado en esta vida nada tan grave que justificara estas emociones tan intensas). Gracias a ello mis emociones se calmaron, perdoné lo que había sucedido en vidas anteriores y pude ver todo lo bueno que me había ofrecido en esta vida. Aparte de hacer terapia regresiva con Laura, también me han sanado sus manos.

Anna Ribes, Terapia Regresiva

Cuando empecé el proceso de terapia regresiva, no sabía quién era y lo más doloroso fue descubrir que mi persona no existía.

A los treinta y siete años de vida en este cuerpo, todavía no había existido. Únicamente existían el resto de las personas que me rodeaban: familia, amigos, compañeros de trabajo… Cualquier ser o persona pasaba por encima de mí y yo no era consciente de ello.

Durante este tiempo he aprendido a empezar a conocerme, a respetarme, a tener compasión de mí, a perdonarme, a decir “NO” y a concederme tiempo para responder cuando no tengo claro lo que debo decir o hacer. He aprendido que mi norte existe, pero que no es fijo, así como no hay una única realidad. He aprendido que el norte es un punto de referencia variable que he de saber encontrar en mi interior cada día y en cada situación de la vida, así como varía la posición de la estrella polar en el firmamento durante los trescientos sesenta y cinco días del año. He aprendido que el tiempo es relativo y que no es tan importante hacer lo que sea lo más rápido posible para pasar a hacer o aprender otra cosa, sino hacer las cosas con conciencia, disfrutando del momento. He aprendido que el tren pasa por la vida cuando es el momento, si pasa antes no estás preparado, si pasa tarde ya no lo quieres. He aprendido que nada de lo que pasa es fruto de la casualidad, que todo está programado y maravillosamente planificado. He aprendido que no estamos solos en este mundo, que hay seres maravillosos que nos cuidan, guían y guardan en nuestro camino.

De la terapia regresiva solo puedo decir cosas positivas. Para mí ha sido duro, pero muy positivo. La mentora del “Método San Miguel” ha creado una terapia precisa y al mismo tiempo dulce para mi experiencia como paciente, en la que poco a poco han ido fluyendo los sentimientos y los hechos hasta que me he sentido preparada para llevarlos a la luz, aceptarlos y trabajarlos. De Laura como terapeuta, solo puedo decir cosas positivas. Cualquier método, sea el que sea, no puede ser efectivo si detrás no hay una persona asentada, firme y con una buena capacidad de visión sobre el proceso. Para mí, ese es el caso de Laura: una persona sólida, firme, con capacidad de margen de reacción, humana, sencilla y humilde, capaz de no dejarse cabos por atar, que me ha sabido escuchar, respetar y llevar a buen término mis sentimientos en cada momento.

Raquel Burgues. Terapia Regresiva

Nunca he creído en las casualidades

ya que, durante muchos años de mi vida, he comprobado como todas esas señales que aparecían en mi camino de una forma totalmente inesperada, parecían guiarme hacia mis objetivos, fuesen del tipo que fuesen.

Una de esas señales me llevó a tomar la decisión de escribir sobre vidas pasadas. Y lo que empezó siendo una curiosidad por lo que se escondía detrás de la terapia de regresión a vidas pasadas, ha acabado siendo una de las experiencias más extraordinarias de mi vida. No solo ha sido enriquecedor, sino sanador en muchos aspectos de mi vida. Más de los que jamás hubiese podido imaginar. Me ha ayudado a sanar tantas heridas, a comprender tantas cosas sobre mí misma y sobre el motivo de mi existencia que, por fin, tengo la sensación que todo, absolutamente todo, ha empezado a tomar el lugar que le corresponde.

Tengo que reconocer que, a pesar de mi creencia en vidas pasadas, he sentido cierto escepticismo y resistencia a aceptar algunas de las vidas que reviví. Por lo que, durante meses me empeñé en intentar obtener pruebas que me confirmasen si éstas vivencias fueron reales, o si por el contrario, todo había formado parte de una jugarreta de mi mente filmando una película de ficción, como si de una superproducción de Hollywood se tratase, donde todo parecía posible. Al final, el beneficio terapéutico es tan gratificante, que todo lo demás deja de tener importancia. Tengo que agradecer especialmente a Laura, no solo el haber sabido guiarme de una forma excepcional en cada una de mis vivencias, sino la gran generosidad que me ha demostrado como persona y como profesional.

M.M. Terapia Regresiva

Después de recibir terapia Gestalt durante dos años me di cuenta de que había cosas que aún no estaban en su sitio

Mi terapeuta me recomendó el primer libro de Brian Weiss, y me gustó tanto que me compré todos los siguientes. Definitivamente sentí que eso era lo que necesitaba. El día de la entrevista con Laura supe que muchos de mis problemas se iban a solucionar. Mi padre había muerto hacía poco más de un año, pero hacía 13 años que no me hablaba con él. No se portó bien ni con mi madre, ni con mis hermanos, ni conmigo. Siempre me pregunté por qué ¿Por qué a mí? Gracias a la terapia regresiva vi muchas vidas vividas con él, en situaciones muy diversas, y logré entender que mi padre vino a enseñarme la más dura de las lecciones: El perdón. Cuando ves de lo que has sido capaz en otras vidas, te vuelves más humilde y comprensivo. Empiezas a ver la vida de otra manera, sin miedo a morir, sin miedo a equivocarte, sin miedo a seguir aprendiendo. Y todo esto no sería posible sin alguien que te sepa guiar y lo más importante, sin alguien que te apoye en todas esas sesiones en las que acabas llorando y necesitas que te sostengan. Laura ha sido para mí, cómplice, guía, maestra y apoyo ante todo. Sin su paz y su amor, no habría podido sanar mis heridas. No dudéis en empezar este viaje, será el mejor de vuestra vida.

Raquel Moliner, Terapia Regresiva

Quería darte las gracias por la sesión de sanación.

Me quedé tan relajada que desconecté total. He dormido como una bebé y me ha sentado genial. Mil gracias

Sofía Márquez, Sanación

Con la Terapia regresiva he perdido el miedo a la muerte.

Esto me ha ayudado en el momento de la muerte de mi padre (poco después de acabar mi proceso de terapia). Saber que siempre vamos hacia la luz y recordar la paz y la tranquilidad que yo sentí en cada ascensión hacia la luz, me ha servido para enfrentar con tranquilidad la muerte de mi padre, sabiendo que él también iría hacia la luz y confiada en que su guía lo acompañaría. Quizás estemos solos en la tierra, pero no tengo ninguna duda de que estamos acompañados de ángeles y almas.
Entender que nosotros escogemos la familia y la vida que necesitamos para recordar y aprender quienes somos, me ha permitido aligerar el peso de la mochila y responsabilizarme de cosas que antes no veía.
La consulta inicial fue por un tema de prosperidad, pero he descubierto que arrastraba culpas después de tantas y tantas vidas, que yo me seguía culpando e impidiendo estar bien. Perdonarse y perdonar a los demás no siempre es fácil, pero he podido dar un paso adelante.
Revivir la vida de un hombre bueno (supongo que un cátaro) me ha hecho recordar el símbolo de la cruz y VIVIR a Dios de una manera que nunca antes habría creído posible. No soy creyente y hace años que no voy a la iglesia, pero mi vivencia y el hecho de poder recordarme en la vida de este hombre me ha llevado a una verdad que a veces olvido: “Si no es por AMOR nada tiene sentido, si no es con AMOR nada vale la pena”.

Belén Artigues, Terapia Regresiva

Gracias infinitas por la experiencia que obtuve de la regresión.

Me sirvió para ponerme en sintonía con mis deseos más profundos. Pude entrar en estado de relajación profunda con mucha facilidad, confiando que estaba en buenas manos contigo al otro lado; tu voz calma y tu sabiduría me han guiado hasta donde necesitaba llegar. Estoy feliz, ya que las decisiones en mi vida han tomado un rumbo claro, y mi actitud ha mejorado debido a la confianza que adquirí en este reencuentro conmigo misma. Agradezco que seas mi guía en este camino del auto-reconocimiento.  Nos veremos pronto, he descubierto un mundo en mí.

Carolina Martínez, Terapia Regresiva

No había ido nunca a ninguna terapia.

Pero me encuentro en un momento difícil de mi vida y las amigas no paraban de decirme que quizás ahora la necesitaba. Sería Bueno ponerme en manos de un profesional porque nadie a mi alrededor sabía cómo ayudarme.

Yo, a todos les decía que sí, “ya iré” contestaba, sin poner demasiada consciencia en mis palabras. Ya no vendrá de una semana… La situación hace más de un año que dura. Pero es que en realidad lo que yo pensaba, era que tenía que solucionarlo yo sola…”es una situación que me he creado yo, ¡entonces… lo he de solucionar yo!” Y así iban pasando los meses… Escuchando consejos sin escucharlos, sin hacer ningún movimiento. “Ve a ver a este terapeuta que es muy bueno”. “No, ve a ese otro que, a no sé quién le fue muy bien…” Pasan los días. Olvido el tema de ir a un terapeuta. La pelota se hace grande, cada día más grande.
De repente, mientras estoy desayunando me encuentro apuntando el número de teléfono de Laura, que responde a la búsqueda de: terapia en Tarragona. No sé en qué momento lo decidí, fue todo muy rápido. En dos días tendría mi primera visita de terapia regresiva. ¡No sé qué es, pero no me importa! Voy con la mente abierta, no puedo perder nada.
Me presento allí, entre escéptica e indiferente, a la expectativa de ver de qué juego se trata. ¿Cómo es posible que alguien que no te conoce de nada pueda darme respuestas a una situación que hace tiempo que sufro y que nadie a mi alrededor me haya podido ayudar?¡Pues adelante! ¡Si estoy aquí, vamos a entrar en el juego!
Me recibe una mujer con una sonrisa dulce y siento como si ya nos conociéramos. Que extraño…. Me pregunta a qué he venido, si conozco la terapia holística, las Regresiones…; al ver mi cara de sorpresa se ríe. Mi ignorancia y mi desconocimiento de la materia la cogen desprevenida. A partir de aquí…Ya solo recuerdo un viaje…Un viaje largo, Luminoso, Primitivo, Como una película donde yo soy la protagonista, un yo que no es el yo de ahora…
Y lloro, y lloro, pero estoy tranquila. Empiezo a entender coses, a atar cabos. Y la voz de Laura me acompaña, la escucho con claridad. No, de hecho, no me acompaña pues voy sola. Me guía, me abre puertas, me muestra el camino. Me hace las preguntes precisas. El resto no importa.
Despierto de este estado hipnótico, estoy en la sala, reconozco mis zapatos. No sé cuánto tiempo ha pasado. No ha sido un sueño, los sueños son distintos. Uno es consciente de que está durmiendo. No, esto no ha sido un sueño, ni tan solo me he quedado dormida.
Yo he transitado por aquellas realidades, las he vivido, forman parte de mí, de mi esencia, son mis recuerdos. ¿Son mis recuerdos? Aún tengo las imágenes muy frescas, muy recientes las emociones…
¡Yo he estado allí! De repente, lo entiendo todo, todo lo que me pasa. Estoy tan sorprendida….tan aturdida y tan, tan agradecida… que solo puedo llorar.

Maite Sancho, Terapia Regresiva

A mis 41 años había probado muchos tipos de terapia diferentes y había hecho bastantes avances, pero sentía que iba muy lentamente y que había ciertos rasgos muy profundos que me acompañaban y que no podía desatascar en mi vida. ¡Cuánta razón tenía, nunca hubiera podido hacerlo en esta vida!

Cuando conocí a Laura, sabía que hacía terapia regresiva y siempre me habían dado respeto las terapias tan profundas y tan desconocidas para mí. Sinceramente, no creía en otras vidas. Pero iba pasando el tiempo y me iba acordando de Laura y la terapia regresiva, así que unos años después decidí iniciar la terapia. Y supe que había acertado. Laura me acompañó y me guió, con mucho respeto, humanidad y amor por una parte de mí que desconocía completamente.
Yo tenía grandes bloqueos para relacionarme con los demás profundamente, tanto a nivel de amistad como de pareja, y me había acostumbrado a estar emocionalmente sola. Soy una persona muy sociable y conozco a muchísima gente, caigo bien enseguida, pero siempre me relacionaba desde mi parte superficial, cuando alguna relación se volvía más profunda desconectaba y pasaba a otra cosa.
Me había acostumbrado a estar sola, viajaba sola, hacía deporte sola… Creía que me iba muy bien así, pero a veces sentía un profundo vacío interior que me pesaba. También tenía un profundo sentimiento nómada de no querer echar raíces en ninguna parte y de querer vivir en muchos sitios. Sentía que, si echaba raíces en un sitio, me estaba perdiendo todo lo que podía llegar a vivir en los otros, y eso me creaba un gran desasosiego interior. Incluso llevaba años con mis maletas en la entrada de casa y no le daba ninguna importancia al hecho de que estuvieran junto a la puerta de entrada. No conseguía ordenar mi casa, a veces lo intentaba, pero el desorden siempre me superaba. Ahora sé que era el reflejo de las piezas emocionales que no lograba ubicar en mi vida.
Gracias a la terapia regresiva, pude entender de dónde venían todas estas cosas y con mucho amor, sanarlas y dejarlas ir, porque en otros momentos y en otras vidas me sirvieron, pero en esta vida no tenían sentido y me entorpecían. Ahora mi casa está ordenada, mis maletas están en una habitación al fondo de la casa, digo que no cuando es necesario, ya no me da miedo mostrarme como soy y no huyo a la primera de cambio. ¡Incluso he tenido una primera cita amorosa! Sinceramente, gracias Laura.

Ana Medina, Terapia Regresiva

Decidí iniciarme en la terapia regresiva con Laura después de hacerme la carta astral.

Tenía miedos muy irracionales e intensos, concretamente a la muerte y la enfermedad, que paralizaban mi día a día.

No sabía ni siquiera que eran las regresiones, pero estaba dispuesta a probarlo de la mano de alguien de confianza, y cuando me recomendaron a Laura no lo dudé. En 3 sesiones mis miedos pasaron de situarse en un 100% a un 15%. Mi vida ha cambiado radicalmente, y aunque no han desaparecido por completo, el poder entender de donde vienen, cambia completamente la perspectiva del día a día. Y de Laura que decir, sabe acompañar las sesiones desde el respeto, el no juicio, haciéndote sentir segura en todo momento, y teniendo la certeza que después de cada sesión algo en ti cambiará a mejor. Gracias Laura, me has cambiado la vida!!

Mónica. Terapia Regresiva

La regresión ha acabado siendo una de las experiencias más extraordinarias de mi vida.

No solo ha sido enriquecedor, sino sanador en muchos aspectos de mi vida. Más de los que jamás hubiese podido imaginar. Me ha ayudado a sanar tantas heridas, a comprender tantas cosas sobre mí misma y sobre el motivo de mi existencia que, por fin, tengo la sensación que todo, absolutamente todo, ha empezado a tomar el lugar que le corresponde.

Mariana Milla, Terapia Regresiva

Descubrir una parte de los viajes que ha hecho mi alma, mediante la terapia regresiva

me ha permitido revivir emociones que todavía hoy me afectaban. Comprender el origen de estas sensaciones ha sido une experiencia enriquecedora y, sobre todo, profundamente curativa. Gracias al acompañamiento de Laura, sensible y atento, he podido conocerme más, integrar luces y sombras y resurgir más valiente y más de acuerdo con mi esencia. Gracias de todo corazón.

Laura Quero, Terapia Regresiva