RAMÓN
Entré en contacto con Laura a través de la terapia regresiva, su trato afable me gustó desde el primer instante. En una charla me habló de un trabajo realmente apasionante, una cuarentena sobre la educación de las emociones. ¿Una terapia de 40 días? uff !!!, pensé, que largo. Me decidí a hacerla y no me arrepiento de ello.